El sebo o grasa es producido de forma natural por las glándulas sebáceas para lubricar el cuero cabelludo y proteger la cutícula del pelo. Sin embargo, hay veces en que estas glándulas fabrican más sebo del deseable. Por suerte, se trata de un desequilibrio que con determinados cuidados, se puede revertir.
Las causas pueden ser:
– Genética
– Un desequilibrio hormonal: dado en la pubertad, el embarazo o el período; por enfermedades o trastornos de la glándula suprarrenal o pituitaria; o por el uso de determinados medicamentos
– Ingesta de alimentos grasos o con excesivos conservantes
– Falta de vitaminas del tipo B (la biotina o vitamina B7)
– Consumo de tabaco
– Consumo de alcohol
– Estrés o falta de sueño
– Tocar mucho el pelo
Errores comunes:
– Exfoliar el cuero cabelludo
– Utilizar sólamente shampoo para contrarrestarlo
– Aplicar shampoos con siliconas (aparentan mejorarlo pero impiden la respiración del cuero cabelludo)
– Lavar constantemente el pelo
Soluciones:
– Acudir a un tricólogo (dermatólogo especializado en asuntos capilares)
– Lavar el cabello con shampoos con ph neutro, sin siliconas y con aceites esenciales
– Lavar con suavidad para evitar eliminar la capa hidrolipídica necesaria del cuero cabelludo
Dos opciones para llevar el pelo:
1- Un recogido o una colita muy tirante con la raya muy marcada, tendencia esta temporada
2- Utilizar un shampoo en seco en la raíz, dejar actuar un minuto y retirar el exceso de producto con un cepillado