Un estilo que aportará cuerpo y textura de una manera rápida y sencilla.
Esta técnica consiste en desarmar levemente las trenzas y duplicar su tamaño en el proceso. El primer paso para lograrla, es elegir el estilo que te gustaría llevar.
Este método se adapta a todas las variedades de trenzas. Las más recomendadas son las fish tails, mohawk, dutch y boxer braids.
Lo importante es que no queden demasiado tirantes, sobre todo en la parte superior. Hay que sujetarlas con una banda elástica y, una vez hecho esto, sostener las mechas de cada sección de la trenza, tirando suavemente hacia afuera.
Para un efecto más relajado, deja sueltas algunas mechas sobre tu rostro y no trences hasta el final del largo del cabello. Si quieres lograr aún más volumen, puedes utilizar el rizador antes de hacer las trenzas. ¡Sigue estos consejos y parecerá que recién has salido del salón!