Recuperar el pelo dañado y quemado es posible con un poco de paciencia y ganas. Aquí, les dejamos algunos trucos que no incluyen el corte (que siempre es una buena solución, pero entendemos que no quieran llegar a eso).
Para empezar, ¡paciencia! No es algo que se logra de un día para otro. Primero, hay que preguntar: ¿estás usando productos que lastiman tu pelo? La mayoría de los shampoos y acondicionadores están llenos de químicos y otros materiales que lo resecan y perjudican. Para cambiar esto, vas a necesitar comprar:
1. Un shampoo sin sulfato de sodio
2. Un acondicionador sin siliconas
El sulfato limpia muy bien el pelo, pero elimina muchos de los aceites naturales que hacen que se mantenga saludable. Lo mismo ocurre con las siliconas, ya que, a largo plazo, termina por quebrarlo.
Por otro lado, es importante que no cambies tan seguido el color de cabello. Las tinturas, al igual que los productos de lavado, tienen muchos químicos, conservantes y toda clase de ingredientes perjudiciales para el cabello. Lo ideal es no teñirse más de una vez por mes.
Un buen consejo es reducir los lavados. Cada una tiene diferentes necesidades, por lo que no hay una fórmula que funcione para todas. Sin embargo, como regla general, si tu pelo esta muy dañado o quemado, te recomendamos que lo laves cada tres días. La idea es reducir la cantidad de lavados lo máximo posible.shut
Además, es imprescindible que no te cepilles el pelo cuando está mojado. ¿Por qué? Porque la humedad le aporta elasticidad. Al ser tan frágil, está mucho más expuesto a dañarse y quebrarse. La forma correcta de desenredarlo es con un peine de de dientes anchos.
También, te aconsejamos aplicarle una máscara hidratante por lo menos una vez por semana. Las mejores son las de aceite de argán y coco.
Por último, evitá exponer tu cabello al sol sin un sombrero o producto que lo proteja. El cloro de la pileta y el agua de mar también contienen sales que lo resecan, por lo que lo mejor es disminuir el tiempo en que tu pelo se encuentra en esas condiciones.