Controlar periódicamente la presión arterial y cuidar el peso son sólo algunos hábitos que permitirán mantener a raya el fantasma de las patologías cardíacas o cerebrovasculares.
Llega agosto y con ello la invitación a revisar cuánto nos hemos preocupado de la salud de nuestro corazón. El tema cobra relevancia si se considera que según datos del Ministerio de Salud de Chile, las enfermedades cardiovasculares son responsables del 30% de las muertes en el país.
Esta cifra advierte sobre la necesidad de cambiar los hábitos de vida y darle una mayor importancia a la prevención, especialmente si hay antecedentes de que exista alguno de los principales factores de riesgo que nos predisponen a sufrir una patología cardíaca o cerebrovascular.
Tal es el caso de ser mayor de 65 años, tener el colesterol alto, sufrir de hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes, fumar y llevar una vida sedentaria.
Según los especialistas, para cuidar el corazón de manera adecuada es indispensable realizarse cuatro exámenes fundamentales que nos ayudarán a saber si padecemos alguno de esos problemas:
- Glicemia: Este procedimiento detecta la diabetes, enfermedad que eleva entre 2 a 5 veces la movilidad y mortalidad cardiovascular.
- Colesterol: Esta enfermedad silenciosa no presenta signos físicos, por lo que es fundamental realizarse este examen en caso de existir antecedentes familiares.
- Presión arterial: Si no se diagnostica la hipertensión arterial a tiempo, es posible que se presenten complicaciones cardíacas graves, incluso letales.
- Índice de Masa Corporal (IMC): La obesidad puede provocar acumulación de grasa en el abdomen, afectando directamente al corazón.
Alimentación saludable
Entre los cuidados necesarios que se deben adoptar, la alimentación ocupa un lugar central. Por eso, procurar una dieta saludable es un paso significativo si de prevenir se trata.
Ello implica dejar de lado los alimentos horneados y procesados, como también los carbohidratos, las frituras y las bebidas azucaradas, entre otros. Asimismo, los nutricionistas recomiendan aumentar la ingesta de:
- Pescados: Son altos en Omega 3, ayudan a reducir los triglicéridos y a aumentar el colesterol bueno.
- Aceite de oliva: Es rico en Omega 6 y contribuye a evitar las arritmias y el colesterol malo.
- Ajo: Tiene numerosas propiedades positivas, pues actúa como anti-trombótico, regulador de la presión arterial y reductor del colesterol.
- Legumbres: Aportan fibra, ácido fólico y vitaminas clave para el organismo, como son la B6 y B12.
- Frutos secos: Ricos en Omega 6, ayudan con el colesterol bueno.
- Verduras y frutas: Se aconseja consumir 5 porciones diarias. Gracias a sus diversos nutrientes, fibra y antioxidantes, protegen las arterias, reducen el colesterol y la tensión arterial.
Mantener una rutina de vida más saludable y controlar periódicamente las también llamadas “enfermedades crónicas” es el camino a seguir para conservar las enfermedades cardiovasculares a raya. ¿Cómo? Evitando el consumo de tabaco, practicando ejercicio regularmente, aprendiendo a manejar el estrés, cuidando tu peso y controlando tu presión arterial.
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