Si ya estás decidida a hacer ese cambio que tanto pensabas, es importante que sepas qué tonalidad vas a elegir.
Hay varios factores que influirán en el color que mejor te sentará y, como consecuencia, también podrás observar nuevos beneficios en tu imagen si optas por el tono adecuado.
En cuanto al color de ojos, los azules, se llevan mejor con el color negro en pieles frías y con los tonos caramelo en las cálidas. Los de color verde lucen mejor con tonos de cabello castaños en pieles cálidas y rubios ceniza en pieles más frías. Para quienes tienen los ojos marrones y piel fría, el rubio platino o ceniza será el que mejor combine y el caoba o castaño en las que tengan piel cálida.
El color elegido también será distinto según la estación del año, ya que en verano, los rayos del sol aclaran el cabello de manera natural. En esta época, es importante contar con los productos adecuados para cuidarlo, ya que la condición en la que se encuentre el cabello puede influir en el resultado final de la coloración.
Para quienes no se animan a un color completamente distinto, las mechas californianas, los babylights o el balayage en algunos tonos más bajos que la base, le darán un nuevo aspecto al look sin hacer un cambio radical.
¡Y siempre hay una opción para las más arriesgadas! Los colores pasteles, como el rosa y el verde, siguen siendo tendencia tanto en todo el cabello, como en iluminaciones y reflejos. ¿Te animas a este look?
