¡Hola! Hoy vamos a hablar sobre el cepillado del cabello. Esta costumbre es importante para el cabello porque le da forma, elimina los restos de suciedad, le aporta volumen y actúa a modo de revitalizador de la estructura y el tono capilar, de ahí que esta técnica resulte imprescindible para mantener el cabello en condiciones. Sin embargo, hay que saber cómo, cuándo y con qué cepillar porque se puede volver un arma de doble filo.
1-Cuándo: en términos generales, hay que realizar el cepillado a diario, no sólo para mejorar el aspecto del pelo sino para retirar las partículas que se adhieren a la cutícula a lo largo del día, despegar un poco la raíz del cuero cabelludo y estimular la circulación. El momento del día, depende del tipo de pelo. Una persona con pelo con frizz o rulos, debería cepillarlo antes de bañarse (a menos que busque darle volumen y forma), mientras que a aquellas con pelo graso que se ensucia fácilmente, tal vez les convenga hacerlo al mediodía, para eliminar el exceso de partículas y de producto.
2- Cómo: hay que llevar a cabo el cepillado con pasadas suaves con el peine o cepillo adecuado. Es importante no tironear y no ser bruscas al cepillar, porque es una acción mecánica que quiebra la fibra. El cepillado en exceso no es nunca bueno, es contraproducente. Ese mito de cepillar 100 veces antes de irse a dormir, no solamente no tiene ningún fundamento, sino que daña la estructura capilar y levanta cutículas. Con una o dos pasadas por todas las regiones, ya es más que suficiente (ni hablar si lo acompañamos de masajes). Por último, el pelo debe peinarse siempre seco ya que cuando la fibra está húmeda es mucho más frágil y se daña con facilidad. Solamente «está permitido» peinarlo mojado, cuando es un cabello muy difícil de desenredar y lo hacemos con peine de dientes gruesos y crema de enjuague. Esto aplica también a las mujeres con rulos, que no se pueden peinar con el pelo seco para salir. Lo que deberían hacer es desenredarlos muy suavemente en seco (antes de la ducha) y, después, con la crema de enjuague y el peine, como expliqué arriba.
3-Con qué: en primer lugar hay que elegir un peine o cepillo de calidad. El material viene determinado por el tipo de pelo pero, como siempre, el denominador común es la calidad y los materiales naturales como mejor opción. Para desenredar el cabello van mejor los peines de madera o carey, que los de plástico porque estos últimos pueden aumentar el frizz (importante en cabellos secos). Para estimular y aumentar el brillo lo mejor son los cepillos planos de pelo de cerda. No me quiero extender demasiado en este punto, porque si no va a ser repetitivo con el post de los cepillos. Ahí les explico cuáles se recomiendan para cada tipo de cabello y técnica.
Es relevante tener en cuenta que, tanto peines como cepillos, deben lavarse con frecuencia. Para ello, lo mejor es dejarlos unas horas inmersos en agua muy caliente, una gotita de producto antigrasa (puede ser detergente) y unas gotitas de limón.